Hoy hablaremos sobre qué se puede reclamar de las tarjetas revolving.
Las tarjetas revolving permiten a los usuarios pagar una parte de su saldo cada mes, con el fin de evitar el pago de intereses.
Sin embargo, a veces los bancos cobran cargos excesivos, como comisiones por el uso de la tarjeta, cargos por transferencias de saldo, cargos por pagos atrasados, entre otros.
Por esta razón, los usuarios tienen derecho a reclamar cualquier cargo que consideren excesivo o injustificado. También tienen derecho a reclamar el cobro de intereses abusivos o cualquier otro tipo de cobro que no hayan sido previamente informados.
Además, los usuarios pueden solicitar la devolución de los cargos por pagos atrasados si el banco no ha cumplido con los plazos de pago establecidos.
Qué se puede reclamar de las tarjetas revolving: todo lo que se haya pagado de más.
Acciones tan cotidianas como comprar un coche o un electrodoméstico financiándolo o tener una tarjeta de crédito de una gran superficie o comercio con su marca, pueden implicar ser dueño de una de estas tarjetas revolving.
Qué es una tarjeta revolving
Una tarjeta revolving es un tipo de tarjeta de crédito que le permite al usuario hacer compras y luego pagar el saldo total o parcial antes de la fecha de vencimiento.
La tarjeta revolving le permite al usuario utilizar el mismo límite de crédito una y otra vez, siempre y cuando el saldo total se mantenga dentro de los límites de la tarjeta.
A medida que vas pagando con la tarjeta el importe disponible disminuye y se va reponiendo a través de las cuotas periódicas que devuelves.
Qué se puede reclamar de las tarjetas revolving
Si eres o has sido víctima de las tarjetas revolving seguramente que te preguntes cuál es el importe que podrías recuperar.
Una vez que el contrato de crédito revolving haya sido declarado nulo por sentencia judicial, el banco deberá devolverte el importe que hayas pagados y que excede del capital principal.
Es decir, puedes reclamar la nulidad del contrato de este tipo de tarjetas de crédito, así como la devolución del exceso del capital prestado, tales como intereses, comisiones, gastos o seguro adherido.
