Hoy queremos habla de los peligros de las tarjetas revolving, seguramente si eres o has sido titular de alguna, sepas de lo que hablamos, pero si no, atiende antes de contratar una.
¿Qué es una tarjeta revolving?
Ya sabéis que, una tarjeta revolving es un tipo de tarjeta de crédito, pero a diferencia de una tarjeta corriente, la forma de devolver el dinero al banco cambia.
De este modo, al realiza una compra con una tarjeta de crédito, el usuario puede decidir cuando quiere que le carguen lo que debe, por ejemplo, a final de mes o a principio.
Pero por el contario, y de ahí el peligro de una tarjeta revolving, es que cuando se activa esta modalidad, no se paga a la vez, sino que se hace en “cómodos plazos”, por lo que siempre habrá intereses.
El problema surge en los elevados intereses que conlleva y la deuda que estos finalmente genera.
Los peligros de las tarjetas de crédito revolving
Como decíamos, los principales peligros de las tarjetas revolving son los intereses, lo que pagamos al banco o a la entidad que emite la tarjeta por habernos prestado el dinero y dejar que se lo paguemos poco a poco.
En la mayoría de estas tarjetas, el TAE superan el 20 % llegando incluso en algunos casos a superar estos intereses el 25 %, cuando los tipos de intereses están en torno al 7-9 % en los créditos al consumo.
A pesar de que la justicia haya considerado usura en este tipo de tarjetas, acordando su nulidad, las misma no han sido prohibidas ni los intereses han bajado en exceso.
Más peligros de las tarjetas revolving
Otro de los peligros de las tarjetas revolving son las deudas. Los titulares de las mismas, tras llevar años usándolas, se han dado cuenta de que estas tarjetas ofrecen créditos imposibles de pagar. Si un mes no lo pagas, se generan nuevos intereses y comisiones.
En resumen, la deuda continúa engordando mes a mes, llegando un momento en el que solo en intereses el titular deba más de lo debía por el dinero que gastó.